martes, 3 de julio de 2012

Entre la piruleta y la aguja.



                                                                                       
La eurocopa trae consigo la enfermedad del nacionalismo férreo y ciego, la penicilina de la conciencia, el orgullo de la ignorancia. Representa el sistema del que tanto nos quejamos y aún así, aplaudimos y seguimos, vitoreamos. Verlo y disfrutarlo te vuelve cómplice del mismo.
Y al final, acaba siguiendo la farsa el pueblo entero. Incluso el profundo y oscuro, el idealista, el que alza y guarda al rebaño entre sus brazos en el duro invierno de una crisis no solo económica si no también moral; cuando no nos acordamos de las banderas. El que sigue ahogado por la mierda mientras ellos tiran la tanda de penaltis. Cualquier cosa que haga sonreír y gritar a un pueblo debería ser respetada, pero no la que condiciona su lucha, su sensibilización, sus dosis de conciencia. Porque estamos ante el condicionamiento de masas una vez más. El mismo que ha estado siempre ahí, forjando los candados que cierran las cadenas que fijan nuestros límites. Saben que somos animales tribales y tenemos la necesidad de sentirnos aceptados en la manada, de una forma u otra.
Es erróneo pensar que viendo a la selección o: -a) "amamos de verdad España y somos mejores españoles", 
-b) "no tiene nada que ver con la política ni la situación actual y lo veo simplemente porque me gusta".
Pero en realidad lo que hacemos es amar y apoyar a esta España que cada día menos se asemeja a la que buscamos con nuestros sentidos. El mundo que todos queremos esta exiliado por el cinismo, por la patraña, por lo que nos lleva a aguantar hostia tras hostia y seguir aguantando con las anestesias que produce el propio sistema para nuestra propia degradación, nuestra decadencia. 
Con leves y entrecortados suspiros sobre heridas que no dejan ni dejamos sanar. Hay que romper de una vez por todas, acabar con esta idea generalizada de un "cambio a medias". Se acabó la desfachatez de decir "- Yo quiero un cambio para ésto, hay que cambiarlo... pero ésto otro que me lo dejen así, que no me interesa cambiarlo". Que todas estas cosas como son la eurocopa y todo lo que la envuelve son la piruleta que le dan al niño por la izquierda mientra le meten tres dedos de aguja por la nalga derecha. A traición, como al ganado. Y por ello hay que cortar por lo sano y decir de una vez por todas y a pleno pulmón que no queremos más putas piruletas mientras haya una aguja detrás, y menos aún una piruleta envenenada. Los jugadores de esta selección lo cierto es que están representando a este país de una forma inmejorable: evadiendo impuestos, metiendo el dinero pal bolsillo y ahuecando el ala con la cabeza alta, como si se tratasen de españoles ejemplares. Eso es lo que es este país hoy por hoy. Hay que empezar a abrir un poco los ojos, que la única patria que tienen esos jugadores es la banca y esa bandera, es solo parte del contrato. 
Y no quiero irme sin recalcar que por si todo esto fuera poco, además estos actos también sirven para fortalecer, excitar y enaltecer esa enfermedad que citaba en la primera línea, ya sabéis a cuál me refiero y si no lo sabéis, aquí tenéis unas fotos de la noche del domingo:

(Fotos de la celebración tras la victoria de España en la Eurocopa)



                               

Así comienza siempre, y si ojeáis un libro de historia por encima, también podréis saber como suele terminar.
Es que acaso a nadie le importa? Ah! Sí, por supuesto, puedo entenderlo...

...ha ganado España.







4 comentarios:

  1. Sí pero no. No creo que todo sea tan absoluto, vaya. Y así como "celebrándolo" estaban los gilipollas de las fotos, también había familias con niños pasándoselo pipa.
    Es muy cierto que el Gobierno siempre aprovecha grandes jaleos de este tipo para darnos el palo, pero de todas formas cada uno elige cuánto quiere distraerse, y con qué. A ver si no hay personas a las que no les gusta el fútbol y se evaden totalmente de los problemas del mundo de una forma o de otra. Y no me refiero solo de la crisis de ahora, me refiero a todo.

    Me gusta el blog, seguiré fisgando de vez en cuando :3

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  2. Estoy más cerca de lo que dice Alba que de lo que dices tú David. Me refiero: aunque hay cuestiones importantes por las que luchar, no sirve de nada vivir en una lucha. El único sentido que le atribuyo a la vida es poder ser feliz y, para serlo, de vez en cuando hay que distraerse: estoy seguro que, aunque no sea con fútbol, todo el mundo lo hace muchas horas al día.

    Sin embargo, a mi no me representa ningún futbolista: no son nada mío. Nada. No son España. España son casi cincuenta millones de individuos.

    Hay cosas mucho más importantes que el fútbol, pero me es difícil concebir tanto que haya gente que lo tome como su prioridad más absoluta, como que haya gente que, por ideales determinados niegue cualquier tipo de distracción (al mismo Nietzsche le encantaba la música, por ejemplo).

    Son dos posturas no irreconciliables: solo hace falta respeto por ambas partes.

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  3. En primer lugar quiero aclarar que por supuesto sé y estoy al corriente que la mayor parte de la gente que celebró el domingo la victoria de España en el mundial, no son extremistas. Pero ambos para mi tienen culpa, me parece igual de incorrecto aunque por supuesto, lo de estos extremistas simplemente no lo puedo concebir.Y si me permitís, los que no son de esos "movimientos" ayudan a los que si lo son en su campaña. Todos estuvieron en el mismo lado, como si todos fuesen del mismo "bando", y eso no me parece lógico ni correcto para personas que tienen un mínimo de ideales y quieren cambiar algo en el mundo.
    Jose tú dices que no sirve de nada vivir en una lucha, por supuesto yo no comparto ese punto de vista en absoluto. Para empezar porque pensar en sí es una lucha, tú mismo la libras. Siguiendo porque no hay que ponerse en el caso de que nos tiremos la vida luchando para nada, porque no es ni será así, a poco que consigamos individual o colectivamente. Luchamos para conseguir victorias, y es un hecho que ha habido, hay, y habrá victorias. No me parece apropiado poner esto como una lucha inservible, propia de cromañones, sencillamente porque no lo es, y eso se está palpando y empieza a ser un secreto a voces. Para continuar, esta "lucha" apunta a todo menos a longeva, el cambio está ahí, nos lo dice la historia día a día y libro a libro, y como bien sabrás la palabra de la historia es ley.
    Para terminar quiero decir que por supuesto todo el mundo tiene distracciones y no es todo conciencia ni política. La distracción es indispensable, es lo que nos da vida. Pero hay que saber que es producente y que es contraproducente. Una persona que pretende cerrar por poner un ejemplo un cine de un mafioso que mueva la prostitución, en sus ratos libres no va a ir a ese cine, y menos aún de prostitutas.¿No?
    Saludos y encantado de contar con vuestra opinión.

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  4. La vida es muy corta para desperdiciarla intentando superar a nadie. Quizá sea hedonismo o quizá que he vivido cosas que me han enseñado ese camino. Creo que deberías aprender a disfrutar del mundo. Pero bueno, mientras no afecte tu libertad en la ajena, mientras solo sean ideas, yo te respetaré y haré que se te respete.

    Con respecto a la historia... Verás, has encontrado a alguien que le gusta especialmente esa ciencia. Más aún, se le da bien, incluso, recordar cuestiones contextuales ridículas. Con esto, te diré que las sociedades humanas, bajo mi visión, apenas han progresado. Como defendió Héctor en su primera entrada, aunque llamado de distintas maneras, con más fuerza en algunos momentos u otros, seguimos viviendo en el mismo contexto vital que los cromagnones. El autentico avance ha sido científico y técnico, pero no se ha aprovechado para el avance social. Ya que estamos, te recomiendo leer el "Manifiesto del Partido Comunista" de Marx y Engels: el marxismo es una de las corrientes fundamentales de la historiografía junto con la Escuela de los Annales (importante que pongas dos enes si quieres buscar información sobre ella). Esta recomendación es para que veas que, a partir de cierto momento de repite la misma formula de una manera u otra. Las previsiones, sin embargo, no se han cumplido.

    Con respecto a tu ejemplo: ¿Y si ese es el único cine de toda la ciudad? ¿Debe negarse la persona a la cultura? La única manera de poder "cambiar el mundo", en mi opinión, es con ella. Sin ella simplemente acabarás con uno que será sustituido por otro en poco tiempo.

    Por cierto, ya tenía semirredactado en mi cabeza algo para lo del "escalón más bajo de la sociedad" y terminaba con un "Yo no quiero que nadie luche en mi nombre".

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